Estoy dispuesto a quemarme con el fuego de tus sueños, ya lo hago con el calor que desprenden tus mejillas, con tu aliento balsámico y el ardiente roce de tu cuerpo. Te colaste en mis noches y me robaste mi vida, lo que no puedo permitirme ahora es, con lo que odio el frio y el invierno, que me eches a patadas.
Y si en tus sueños no tengo sitio, ya estas despertándote porque no pienso moverme de aquí.
Y si en tus sueños no tengo sitio, ya estas despertándote porque no pienso moverme de aquí.
3 comentarios:
Muy bien.
Marcando territorio.
Que se despierte de una vez.
A veces hay que pegar un puñetazo en la mesa, para luchar por lo que uno quiere.
Un saludo
intenso... ¡Abrazos !
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