Juguemos

Estoy más que dispuesto a jugar… usar mis argucias y artimañas para conseguir, con el arte de la seducción, embelesarte. Sí, con el arte. Siempre he pensado que esas personas que tienen un cuerpo como esculpido en mármol y una cara de revista no tienen ningún merito cuando seducen a las mujeres solo con su presencia. También es verdad que esas personas que se dejan engatusar tan solo por un cuerpo, por un envoltorio, sin tan si quiera destaparlo no valen la pena. En mi opinión la seducción es algo más, la mirada, las palabras, las acciones, la afinidad y sobre todo el sentido del humor son imprescindibles y pueden poner en efervescencia sexual muchos cerebros.

Creo que es hora de aplacar ese desasosiego interno que tienes, presionar los botones que activen todo tu fragor uterino y durante la vorágine de la sugestión hacerte descarriar.