¿Qué tiene de malo disfrutar de la locura?

¿Por qué piensas que fue un error decirlo? ¿Crees que yo no lo había notado? En tu cara, en tu cuerpo, en tu alma… en ese nerviosismo cuando nos vemos por la tarde, en esa impaciencia por terminar el café en el bar de siempre y las prisas por subir a casa, en como tiemblas cuando te tiro a la cama y comienzo a quitarte la ropa mientras tú ya estas devorándome a besos, la tensión de todo tu cuerpo cuando comienzo a recorrerlo con mi lengua y en cómo te estremeces cuando te beso los labios por donde se escaparían tus palabras "si fuera verdad que tienes ahí abajo una boca" … pero donde más noto que te he vuelto loca es en esa sonrisa que me regalas cuando te marchas al día siguiente.

Pero, ¿Qué tiene de malo disfrutar de la locura? ¿Qué tiene de malo que compartamos esa insania? Ya compartíamos miserias, penas e infortunios, era lógico que acabáramos compartiendo nuestra enajenación corporal; además estoy tan mojado… ¿no estás tú igual que yo? Lo más triste de todo esto es que lo que me dijiste es la cosa más bonita que me han dicho nunca y para ti seguro que la más horrible.